―Claro, ¿qué pasa hermanita? ―

―Si tu pareja fuera hombre… ¿tendrías problema con ello? ―

Ante la pregunta, Marco frunció el ceño, sin embargo, no respondió de inmediato, lo que Anna lo tomó como buena señal, pues de importarle, habría rechazado la idea al instante.

―No lo sé ―respondió Marco finalmente

― ¿No lo sabes? ―preguntó Anna con sorpresa

―Honestamente, nunca me he puesto a pensarlo ―dijo encogiéndose de hombros ―La verdad es que, tener una pareja jamás ha sido prioridad para mí ―

―Pero ¿nunca te ha gustado nadie? ―preguntó Anna, cuyos ojos reflejaban su sorpresa

―Claro que sí ―rió el joven ―Pero jamás he tenido el interés suficiente como para hacer algo al respecto ―

― ¿Te gustó un hombre o una mujer? ―

― ¿Qué? ―

Dándose cuenta de lo directa que había sido, Anna apretó los puños y cerró los ojos avergonzada.

―Lo que quiero decir es que… Yo… ―

―Tú… ¿sabes algo sobre mi pareja, uvita? ―

―No… Yo… Yo sólo tengo curiosidad, nunca me has contado nada sobre tu vida amorosa, y dado a