―Es una mezcla de mi nombre con el de Giotto ―dijo Elizabeth con una sonrisa traviesa en los labios
― ¿Qué tiene que ver Giotto? Yo gané el premio ―dijo Gino frunciendo el ceño
―Oh, por favor, ¿acaso crees que no pude percibir que dejaste que Giotto te ayudara? ―
Ante las palabras de su amiga, Anna y Ares soltaron una carcajada, Gino, por su parte, se rascó la nuca algo avergonzado.
―Técnicamente no va contra las normas ―intervino el hombre ―Si no destrozan el muro, incluso los lobos pueden participar ―dijo señalando el muro de globos, el cual, se tambaleaba ligeramente
―Lo siento mucho ―se disculpó Gino
―Por favor, no le dé importancia, ha ganado limpiamente ―rio el hombre
― ¿Qué dicen ustedes dos? ¿Quieren probar? ―les preguntó Anna a Ares y a Emma
― ¡Sí! ―exclamó Ares, mientras que Emma, asintió antes de acercarse al puesto junto al niño ― Yo quiero ese ―dijo señalando un bonito peluche amarillo, el cual, Anna reconoció como el personaje favorito de la caricatura animada que su her