―Honestamente pensé que los chicos ya se lo habrían dicho ―suspiró Alastor con la mirada fija en Jared, quien tenía un semblante de fascinación mezclado con la sorpresa ―La última vez que hablamos del tema, los chicos dijeron que hablarían con sus guardianes ―

― “No ha habido tiempo” ―le dijo Dante por el enlace ― “Entre una cosa y otra, no hemos podido hablar con nadie más allá de Byron, quien es el que ha estado con nosotros desde que llegamos a Arcadia” ―

―Ya veo ―asintió Alastor ―Ciertamente Jared ha estado ocupado vigilando a… ―

Interrumpiendo las palabras de Alastor, un feroz gruñido resonó por toda la sala, provocando que todos se giraran hacia Damon y Atenea.

― “Con cada vida, el lobo se volverá receloso, odiando ser tocado por otros que no sean su tan anhelada compañera…” ―citó Atenea, quien, si bien intentó parecer tranquila, retrocedió un par de pasos de su lugar original, delatando que el gruñido de Damon la había tomado por sorpresa

―Ah, eso explica muchas cosas ―masculló