Capítulo 14.4: Un momento para respirar.
Una vez todos se reagruparon en el exterior, el ambiente se relajó. El aire, aunque aún algo denso por la carga mágica, se sentía mucho más ligero gracias a la suave brisa marina que corría desde la costa.
Si bien el grupo aún tenía mucho que procesar e investigar, la calidez de los rayos del sol que comenzaban a teñir de naranja aquel callejón les brindó una momentánea calma.
Buscando descansar un poco antes de su siguiente movimiento, Emmet y Gael se habían derrumbado en unos escalones alejados del muro que llevaba a la guarida de Tabatha. El primero, pese a su cansancio, se mantenía con la espalda recta contra la pared, demostrando así su estado de alerta; el segundo, sentado junto a su compañero, optó por echar la cabeza hacia atrás y cerrar los ojos mientras que, en sus manos, descansaba una botella de agua que Rayan le había entregado.
No muy lejos de ellos, aún de pie, Gerard bebía agua con lentitud mientras observaba distraídamente el ir y venir de Rayan y Sophie, quienes, por