Capítulo 10.5: La promesa de Anna.
Tras la pregunta del hombre, Anna y Dante volvieron a mirarse, sin embargo, al percibir la emoción del otro, ambos se sonrieron antes de dirigirse a Bemus.
―Nos encantaría ―dijo la pareja
―De acuerdo, entonces, Castiel, ve con Milly, dile que prepare comida para llevar, tú y yo los escoltaremos ―indicó Bemus antes de dirigirse a Anna ―A medio camino, hay un hermoso mirador que creo que le gustará, podemos comer ahí ―
―Agradezco su consideración ―dijo Anna sonriendo con emoción
― ¿Qué tal si te presento a mi familia? A Noa le encantará conocerte ―le dijo Duncan a Zeth
―Me encantaría conocerla, pero, no lo sé…―
―No te preocupes tío Zeth, ve, nosotros estaremos bien ―dijo Anna
―Si te sientes más tranquilo, John y yo iremos con ellos ―agregó Nero
―Y nosotros usaremos nuestros anillos, quédate tranquilo ―dijo Dante tras colocarle su anillo a su compañera ―Además, que la futura reina visite el sagrado templo en busca de la bendición de la diosa, es prácticamente una tradición ―
―Es verdad ―