Y así, sin decir nada más, más confiados, con las decisiones tomadas y los límites marcados, los cinco hechiceros se pusieron manos a la obra.
Mientras tanto, Alastor se encargó apostar seguridad en ambas entradas del callejón para que, en caso de que algo saliera mal, ningún civil saliera lastimado.
Por su parte, Anna, Lysander, Egan y Chloe, intentaban mantener a Dante lo más relajado posible, sin embargo, sin importar lo trivial de la conversación, Anna percibía la ansiedad de Damon.
Byron y Sophie, en cambio, se mantenían en silencio. Atentos al trabajo de los hechiceros.
La loba no pudo evitar sorprenderse cuando notó que los hechiceros no hicieron uso de ningún material salvo un par de tizas de color oscuro y un collar de obsidiana, el cual, Emmet estaba encantando.
“No todo son cuencos, hierbas y luces de colores, a veces, sólo ellos son n