Luego de un almuerzo familiar distendido, en donde no hay protocolos, me encuentro en la habitación de mi hermana descansando, o al menos eso quiero creer.
Magaly es muy seria para algunas cosas y relajada para otras. Permite que José, Gabriela y Daniela tengan novios, pero no pueden dormir con ellos. Pueden venir a la casa y subir a las habitaciones, pero no a puertas cerradas, porque esto no es un hotel.
Me lo dijo para que yo lo tenga muy presente, ya que, aunque sea el hermano mayor, debo respetarlas.
A la hora de almuerzo nos sentamos todos juntos, incluida Daniela, quien no ha levantó la cabeza mirando unas hojas al lado de su plato.
“-Linda, en menos de una hora estarás con hambre, ni siquiera te has dado cuenta que ya termi