Tres años después…
-Aurora, hija por favor, ayúdame con tu hermano – estamos atrasados para llegar a la ceremonia de titulación de Daniela, al fin mi chica será una gran doctora -.
- ¿Qué necesitas, papi? – mi pequeña, que ya tiene seis años y medio, está sentada en el sofá de la sala leyendo un libro de anatomía -.
-Hija, deja ese libro y ayúdame a buscar a tu hermano -.
-Papi, eres muy poco observador – con sus labios apunta bajo la mesa de centro frente a ella -. Pero no importa – se pone de pie, dejando el libro en la mesa -. Vámonos sin César, él se perderá las fotos y la celebración.
- ¡No, quí toy! - sale de inmediato, despeinado y con la ropa revuelta -.
-Ay, César, hijo mío… vámonos, en el camino te arreglamos la ropa.
Salimo