Unas horas más tarde, las tres lunas estaban solas, y Elena aprovechó la oportunidad para ayudar a Cristal a pasar nuevamente la noche con Kogan.
— ¿Piensas dormir o quedarte despierta como ayer? — preguntó la pareja de Hiro con picardía.
— ¿Por qué me atormentas, Elena? — respondió Cristal, un poco cansada y avergonzada por el comentario.
— Debes hacerte a la idea de que tus noches serán muy agitadas —.
— Te recomiendo que siempre te acuestes desnuda — le aconsejó Lynn.
— La mayor comodidad es dormir sin ropa, recién duchada y recostada de tu pareja — agregó la pareja de Hiro, aumentando la tensión en Cristal, quien suspiró al mirar a Elena. Ella, con su brazo apoyado en la mesa, continuaba mirándola con picardía.
Cristal dudó unos segundos en hablar y luego les dijo:
— Quiero pedirles un favor. Puedo percibir el deseo de Kogan y Rax de estar conmigo de nuevo — confesó ella.
— Es por nuestro olor exquisito que los descontrola. Además, el vínculo quiere fortalecerse. Como te explicamos