Capítulo 68. Juramento
Sara palideció.
Si había alguien en el mundo con quien no quería hablar, ni en mil años, ese era Mikhail.
Y allí estaba, justo frente a ella a pesar de sus esfuerzos por evitarlo.
Era tan alto y fuerte que de por sí, le daba un pánico terrible, rodeado de ese aura inponente que conquistaba y amedrentaba por igual. Y tenerlo frente a ella la llenaba de sentimientos confusos.
Intentó evadirlo:
-Ah… hola… Yo… Tengo que irme con Agnes… A la prueba de vestidos.
Él fue terminante, entró y cerró la puerta a su espalda mientras le decía con firmeza:
-Aún falta una hora para eso. Esto no me tomará mucho tiempo. Siéntate.
La niña obedeció, temblando. Intentó no mirarlo a los ojos, porque su intensidad podía atravesarla.
Balbuceó un poco al responder:
-No sé… no tenemos nada que hablar.
Mikhail sonrió. Trató de suavizar su forma natural de hablar, consciente de que podía ser intimidante.
-Tú no tienes por qué tenerme miedo, Sara. Jamás te haría daño. Al contrario, tengo claro que mi deber es cu