Capítulo 9 —El rastro que no se borra
Narrador:
Lucía apretó los labios.
—No es eso.
—¿Ah, no? —él ladeó la cabeza —Porque yo sí vi arrepentimiento en tu cara hoy.
—Estoy comprometida con tu hermano —le recordó ella, con la voz herida.
—Lo sé —respondió él, sin pestañear —Justamente por eso te estás destruyendo sola.
Lucía sintió el golpe.
—No sabes nada de mí.
Rodrigo apoyó la copa en la mesa. Se puso de pie. Se acercó despacio. No la tocó. No hizo falta. La cercanía quemaba.
—Sé más de lo que crees —murmuró —Sé que no puedes dormir. Sé que cuando él te abraza te tensas. Sé que hoy temblaste todo el desayuno. Y sé…
Se inclinó. Ella sintió su respiración en la mejilla.
—…que sigues pensando en mí aunque no quieras hacerlo.
El aire se le escapó del pecho.
Lucía retrocedió un paso. Rodrigo la siguió con la mirada, pero no con el cuerpo. Ese control la volvía loca.
—Rodrigo, por favor —susurró ella, casi un pedido de auxilio.
—No me pidas que pare si tú no puedes parar tampoco.
Ell