Anne:
El vestido fue puesto en mi cuerpo, este era el sexto vestido que me colocaba y honestamente estaba cansada.
—Anne, quita esa cara.
—Lo dices como si no eres tu la que está parada aquí —solté con fastidio.
—Que genio —se posó detrás de mi—, recuerda que debes lucir preciosa para el evento de Matthew, es tu novio.
—Claro —respondí sin muchos ánimos.
Todas las personas que conocen a Matthew creen que estamos juntos por que nos amamos, pero es por pura sola apariencia, el es gay y ante la sociedad se comporta como un hombre heterosexual.
Su padre es de esas personas que piensan a la antigua, que no estan interesados en los cambios sociales, los derechos humanos y esas cosas, es un pesado y odio fingir que me cae bien.
¿Por que ayudo a Matthew?
Sencillo, por que el me ayudo a mi en un momento difícil en mi vida y lo que tengo ahora se lo debo solo a el.
Después que me fui de este pais con el alma rota y sin nada, Matthew fue mi único apoyo ya que no tenia familia o amigos.
Ser una persona huérfana es un poco duro, por que estas solo y vulnerable, claro que tengo mamá, pero ella me dejo en aquel orfanato cuando tenia los siete años, aun recuerdo cuando me dejo ahí en medio de la noche.
Luego crecí, me volví una persona fuerte y aprendí a hacer muchas cosas por mi cuenta, cocinar, lavar entre otras cosas. En el orfanato se dieron cuenta lo lista que era y por eso me llevaron a un colegio prestigioso en donde me gané una gran beca completa. Me volví la mas aplicada de mi clase por que amaba estudiar.
Con el tiempo, conocí a los Moretti, un par de hermanos que resultaron ser encantadores, nos volvimos los mejores amigos, crecimos y compartimos cosas durante muchos años, luego llegó Loise, la que era mi mejor amiga.
Encantadora, manipuladora, mentirosa y envidiosa. Desde niñas se obsesionó con ser como yo, tanto que se volvió mi amiga para poder copiar todo de mi, pero era tan ingenua que jamas me di cuenta de eso.
Ella y yo éramos unidas, pero un dia todo cambio. Me expuso delante de todo el colegio que era huérfana y becada, pero claro, nadie supo que fue ella, incluyendome. Hasta que tres años después me enteré de eso. Nos habíamos dejado de hablar y nadie supo el por que, yo jamas hable con nadie de ello, por que dentro de ese colegio, todos eran ricos, menos yo.
Los Moretti fueron los únicos que me hablaban y me seguían tratando como siempre. Luego empecé a desarrollar sentimientos hacia ellos, no lo entendía, siempre supe que eso estaba mal. Pero no podía evitar enamorarme de los tratos de Angelo, los ojos de Antonio. Sus cuidados, todo, amaba todo de ellos.
Pero todo se fue al carajo cuando los escuché decirle a Loise que ellos no podrían estar conmigo, que me veían como una amiga. Lo peor de todo fue cuando los vi besarse con Loise, dejándome a mi a un lado.
Entonces decidí irme, por que todos se burlaban de mi llamándome zorra por enamorarme de dos chicos, así que huí como una cobarde. Años después supe que se casaron con ella, su familia es adinerada y ella lo era. Era lo mas lógico ¿no? Que estuvieran con alguien de su clase.
Cuando supe aquello, decidí enfocarme en mi carrera de diseño y nada mas, olvidarme de ellos y concentrarme en mi estabilidad mental y volverme lo que soy ahora.
Una diseñadora poco reconocida.
Puede que no sea como lo soñé, pero hacer lo que me gustaba, me hacia sentir que había logrado lo que tanto había anhelado. Por lo que tanto, había trabajado.
Ahora que he regresado, siendo mucho mas fuerte. No dejare que nadie me pisotee de nuevo.
—Este me gusta —le dije a Lucy—. Me llevare este —le dije a la chica y ella asintió.
Me meti a al probador para quitarme el vestido y entregárselo a la chica, me coloque el traje que antes tenia puesto. La gala sería en unos días, esa presentación de la sucursal de Matthew aquí en Estados Unidos.
—¿Que haremos ahora? ¿Seguiremos de compras?
—Estoy agotada Lucy —suspire—, tengo que ir a almorzar con Matthew y su papá.
—¿Te he dicho que detesto a ese señor?
—Muchas veces, pero no esta demás repetirlo —ambas reímos.
—Entonces te dejo en el restaurante.
—Claro.
Fui hasta el mostrador para pagar el vestido. Lucy también asistiría, no quería sentirme sola en aquel evento.
Ella y yo subimos al auto, condujo hasta el restaurante en donde almorzaría con Matthew y su padre. Lucy y yo nos conocemos desde hace unos cinco años, es la amiga que siempre quise tener. Es atenta, divertida y leal, me costó mucho confiar en ella, pero me dio a demostrar que su amistad hacia mi, era muy sincera.
Ambas somos muy unidas, somos amigas y socias, por que ella es dueña de la tienda y yo creo los diseños.
Me despedí de mi amiga y baje de su auto, entré al restaurante para buscar a Matthew, al verme alzo la mano y camine hacia ellos. El se puso de pie y me dio un beso en la mejilla, yo puse mi mejor sonrisa.
—Linda, siéntate.
Me ayudo a sentarme. Su padre me sonrió.
—Señor Ford, que bueno verlo.
—Lo mismo digo querida Anne, mi hijo me estaba contando que hizo un enorme negocio, entre socios, los más importantes del pais.
—¿Ah si? —lo mire— Felicidades cariño —tomé su mano.
—Gracias linda —me sonrio—, estarán invitados a la inauguración, creeme que esto será todo un éxito.
—No dudo de tus capacidades.
—Claro que no se debe dudar —dijo su padre—. Es un Ford, es el apellido de nuestra familia.
Marcus Ford, el hombre mas egocentrico del planeta.
Tiene todos los defectos que una persona puede tener. Machista, homofóbico, mal educado, pedante y entre otras cosas más. Por eso la madre de Matthew se divorció de el, por que no soportó lo que estaba viviendo a su lado.
Y quiere que su hijo siga sus pasos. Obviamente Matthew no me trata mal, todo lo contrario, es un amor de persona. Pero tiene que fingir delante de su padre para que se sienta complacido.
Matthew recibirá la empresa en unos meses, solo está esperando recibirla para poder decirle a todo el mundo, que ama a alguien mas y no puedo esperar cuando eso suceda, para ver caer a este sujeto.
—Cuentame Anne ¿estas recibiendo clases de cocina?
—Por supuesto —le respondi—, cada martes y viernes recibo mis clases de cocina.
—Eso espero, recuerda que una buena mujer —dijo con la boca llena—, es la que prepara la mejor comida, la que esta en casa esperando a su esposo con la cena lista y un buen vaso de Whisky ¿verdad hijo?
—Asi es papá —dijo con una sonrisa.
(...)
—Anne, lo siento.
—¿De que? —deje mi bolso sobre el comedor.
—Por los comentarios de mi papá, se que es molesto...
—Hey —fui hasta el y tome sus brazos—, se que no es sencillo pero no es tu culpa ¿lo entiendes? Hacemos esto por ti, no lo olvides, ya tendré mi momento para desquitarme de tu padre.
—Yo igual —rio—. Por cierto, los socios, son ellos.
—¿Lo lograste? —asintió— Vaya, no pensé que se acercarían a ti.
—Pues lo hicieron, ahora estarán asociados con la empresa ¿quieres un trago? —negue—. En unas semanas los veremos en aquella inauguración ¿estás segura de ir?
—Lo estoy —me miro—. No lo hago por venganza ni mucho menos por que no me importan, pero quiero hacerlo por mi... Demostrarles que si pude lograr todo sola.
—¡Esa es mi chica! —sonrio, luego escuchamos la puerta de la casa.
Curtis habia entrado a la casa, sonrei al verlos abrazarse.
—Cariño ¿como estas? —susurro.
—Bien —le sonrio—, hola Anne.
—Curtis, los dejare solos... No hagan demasiado ruido por favor.
Me reí, tome mi abrigo y mi bolso para subir a la habitación. Curtis lleva demasiado tiempo con Matthew, el es su asistente y tienen una hermosa y estable relación. Lastimosamente no pueden estar juntos por los problemas de homofobia de su padre.
Curtis es un muchacho muy dulce, además de noble. Me molesta que tenga que ocultarse del señor Ford para que no lo moleste.
Ahora pensaba en ellos, cuando los vea en aquel evento. Iran con su esposa, con la que siempre han amado.
Jamas he sido vulnerable ante ellos, pero han pasado diez años. Pero siento que algo dentro de mi se va a quebrar al verlos.
Por mas que me engañe a mi misma, sigo amandolos. Pero todo sera distinto, tanto para ellos como para mi. Y pensar que estuve a punto de confesarme.
-Flashback-
Ahogue mi llanto, lo que estaba escuchando me estaba rompiendo.
—Ella no nos gusta, solo la vemos como una amiga.
—¿En serio? —pregunto Loise en tono dulce— Crei que les gustaba.
—Tu eres la que nos gusta —dijo Antonio—, ella no se compara contigo, ella es solo nuestra amiga, las cosas son distintas.
-Fin del Flashback-
Aquel día fue el mas triste de mi vida, por que pensaba que ellos sentían lo mismo por mi, pero me di cuenta que la que se había hecho ilusiones era yo. La que crei mi amiga me había apuñalado por la espalda haciendome creer que me queria.
Pero ahora sane, soy una persona diferente y con muchas aspiraciones. Ellos formaron parte de mi pasado y yo, solo yo forjare mi propio camino.
Muchas personas me subestimaron, muchos dijeron que no lograría nada en la vida y pude hacerlo, les calle la boca a todos aquellos que dijeron que jamás lograría algo en la vida.
(...)
Al día siguiente.
—Buenos días Curtis.
—Buen día Anne ¿quieres café?
—Claro —me senté en el comedor y el me dio café—, gracias ¿Y Matthew?
—Esta dormido —se sentó a mi lado—, no había tenido la oportunidad de agradecerte todo lo que has hecho por nosotros —tomo mi mano y me sonrió—, de verdad que sin ti, no hubiese podido estar con el.
—No hay de que —le sonreí—, todo esto es por ustedes, son las únicas personas que me han apoyado en mi carrera y en mi vida, los aprecio y no hay nada que no haría por los dos.
—¿Sabes? Matthew y yo queremos adoptar —dijo emocionado.
—No lo creo —susurre.
—Si, cuando su padre le herede la empresa, nos casaremos y adoptaremos a una bebé. Es lo que más hemos querido, formar una familia.
—Claro que si, ustedes lo harán excelente... Son buenas personas —le di un abrazo.
Nos separamos cuando escuchamos la puerta ser tocada bruscamente, sabíamos quien era, el padre de Matthew, Curtis se puso de pie y corrió hacia la habitación, yo recogí las tazas y las lleve a la cocina, luego abrí la puerta.
El señor Ford entro sin decirme siquiera un buenos días.
—Anne ¿Y Matthew?
—Buen dia, Matthew está Dormido señor Ford —me miró de arriba a abajo.
—¿Ya andan buscandome un nieto? Por que si es asi, me voy.
—Papá —Matthew apareció vestido— no le digas esas cosas a Anne.
—No dije nada malo —empezó a reírse—. Afuera hay un auto ¿de quien es?
Matthew y yo nos miramos.
—Es mío —dije—, me lo trajeron ayer.
—Se nota, es muy femenino —se sentó en el comedor— ¿te quedaras ahí parada? Sírveme un café muchacha, necesito hablar con mi hijo sobre negocios.
Las ganas de gritarle a este señor eran enormes, pero debía soportarlo un par de meses mas por que cuando Matthew tenga la empresa, yo seré la primera en darle una patada en las bolas por machista.
Calenté el cafe que habia hecho Curtis y busque algo de pan, por que el viejo este no toma café sin pan. Lo deje sobre la mesa y me disculpe para subir a la habitacion de Matthew, toque dos veces y el me abrio.
Lo abrace al verlo llorar.
—¿Hasta cuando tendré que ocultarme? —murmuró.
—Solo un poco más ¿si? Creeme que a mi más que nadie le molesta esta situacion, pero sabes que el te ama —el asintió—, solo un poco mas y seran libres los dos.
Esperaba que esto pasara pronto, ambos son mis amigos y las personas que mas quiero. Es injusto que ellos se tengan que ocultar por culpa del señor Ford.