Capítulo 3.

Anne: 

Una semana después. 

El evento de la presentacion sera mañana, mañana sería el momento de verlos y honestamente no me sentía nerviosa, solo un poco ansiosa por que ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos. 

Matthew se ofreció a darme informacion sobre ellos, pero preferí no saber nada hasta verlos. Me sentía liberada de saber que estaba en paz conmigo misma. De que esta vez seria fuerte ante ellos por mas que aun los siguiera queriendo. 

Dejar de querer a los Moretti es algo sumamente difícil, por que ellos se te meten en la cabeza en el corazón y en la piel. Y asi jamas haya tenido contacto con ellos íntimamente, con solo su cercanía hacia que mi piel quemara. 

Que triste que las cosas hayan terminado mal entre nosotros. 

Matthew ha estado trabajado en aquel proyecto con ellos, yo solo me limitaba a crear mas vestidos, vestidos que para mi son mi escape y me hace sentir libre. No suelo crear cualquier cosa y no es por engrandecerme pero soy bastante buena en ello. 

—Anne —Lucy entro a mi taller—, hay visitas. 

—¿Quien? —fruncí un poco en ceño.

—Yo. 

—¡Aaron! —exclamé feliz y me puse de pie para ir a saludarlo con un fuerte abrazo— Dios mio cuanto tiempo. 

—Eso te digo a ti, pelirroja —nos separamos—, que cambiada estas. 

—¿Que dices? Sigo siendo la misma. 

—Claro que no, estas mas bonita y eres toda una dama, aun recuerdo cuando usabas aquella ropa holgada —soltó una risa—, es agradable verte de nuevo. 

Aaron es mi amigo desde hace tiempo, lo conocí en mi primer año de universidad, nos volvimos unidos, incluso somos como hermanos, es lo mas cercano que tengo a una familia.Desde hace tiempo le gusta Lucy pero es demasiado tímido para decirle lo que siente, ellos se gustan pero ninguno da el paso. 

—¿Sigues siendo policia? 

—Si, estoy trabajando duro para ser detective —sonrió y miró a Lucy. 

Sonreí al verlos mirarse. 

—¿Quieres ir al evento de mañana? —le pregunté y me miro— El que esta organizando mi novio. 

—Claro que si, pero debemos antes ponernos al dia, que me cuentes todo lo que has hecho. 

—Claro que si. 

—Debo irme —me dio un abrazo—. Te llamaré para que nos pongamos al dia con todo —le asentí— Adiós Lucy. 

—Adios... 

Aaron se fue, yo me reí al ver a mi amiga un poco sonrojada.

—Ustedes ya no disimulan —me senté en mi lugar—, deberían animarse y salir. 

—Es que... Tu sabes como son mis padres. 

—Lo se, demasiado conservadores pero sabes que el es un buen tipo, le gustas. 

—Creo que me animare a invitarlo a salir. 

—Asi se habla amiga. —Aplaudi. 

Aaron y Lucy se conocían por medio de redes sociales, yo le hable de el y pues comenzaron a hablar, cuando se vieron ninguno supo como reaccionar, ambos se avergüenzan pero se gustan. Mi amigo es un buen tipo y es todo un caballero, de esos pocos que quedan. 

Lucy es bastante extrovertida, pero cuando lo tiene en frente se vuelve la persona mas timida del planeta. 

—Oye —se sentó frente a mi— ¿no estas nerviosa de verlos? 

—La verdad, no. 

—Admiro tu valentia amiga, por que te aseguro que yo estaria comiendome las uñas... Ese par es todo lo que está bien en este mundo y sabes a lo que me refiero.

—En eso coincidimos, pero están casados con esa mujer.. Ya no es lo mismo, ademas, ellos dejaron en claro que jamás les guste. 

—Pero Anne, las personas pueden cambiar de  opinión ¿no lo crees? Yo digo que ellos se van a volver locos cuando te vean —sonrió con picardía— Que sabes si están divorciados. 

—Lo dudo, la familia Moretti se caracteriza por ser leales, a pesar de que sean Polígamos todos, ellos son familiares ya sabes, creen en eso del hogar y son un poco más tradicionales. Ellos aman a su esposa y dudo que la traicionen. 

Así son ellos, fieles a la creencia del matrimonio. Aunque escogieron a una mujer algo distinta a ellos, al fin y al cabo ellos la eligieron y es su esposa. 

—Los conoces bastante bien. 

—Estaba enamorada de ellos, pero fuimos amigos Lu, claro que los conozco. 

Ni siquiera yo misma me lo creo, claro que los sigo queriendo, pero se que estoy en un lugar al cual jamás pertenecí que era a su lado. La escogieron a ella y es válido, yo solo me ilusione. 

Pero es triste que me hayan dejado de hablar por que ella se los pidio. 

No soy de guardar rencor, pero eso jamás lo pienso olvidar. 

Aun recuerdo como Loise me restregaba en la cara que estaba con ellos, que ella había logrado lo que yo no, tenerlos a ellos. Vaya que eso me dolio, por que yo si los quería de verdad, ella solo estaba interesada en su estatus económico pero ellos no se dieron cuenta de nada por estar tan enamorados de ella. 

A diario me preguntaba si eran felices, si habian encontrado la felicidad que tanto querían. Ellos hablaban de querer enamorarse de una misma mujer, de casarse y tener hijos. Yo quería eso con ellos, pero ellos no conmigo. 

(...) 

Más tarde. 

Me compraba los zapatos para mañana, de tantas cosas que tenía encima, había olvidado por completo los zapatos. Sonreí al ver que una chica dentro de la tienda usaba una de mis prendas. Las primeras prendas que logré confeccionar con una sola máquina de coser. 

Ver esto me enorgullece. 

—Aquí tiene —la chica me entregó el par de zapatos. 

Eran rojos con toques de diamantes. Sonreí al verlos, me encantaba comprarme cosas por mi cuenta, me hacia recordar de lo mucho que he trabajado para poder comprarme todo esto. De las incontables humillaciones que recibí por esto. 

Muchas personas te quieren tratar y hacer sentir menos solo por no ser de tal posición económica. Desde que comencé a estar en esto de la moda me di cuenta de que la gente es demasiado superficial y muchos no son buenas personas. 

Siempre trato de tener los pies puestos en la tierra. Ser yo misma y jamás pero jamás dejarme humillar por nadie. 

—Me los llevare —le dije y ella asintió— disculpa ¿los tienes en negro? 

—Si señorita, también en verde esmeralda. 

—En ese caso llevaré los verde y esos rojos, gracias. 

Ella se retiró, yo me quede sentada mirando la tienda. La yo de hace diez años no se permitiría estar dentro de una de estas tiendas o comprando ropa. Si no fuese por Matthew no estaría en donde estoy ahora. 

Le debo mucho a mi chico. 

Lo único que me pidió a cambio es ser su novia por apariencia, me da mucha tristeza que no pueda hablar libremente y gritarle al mundo que ama a Curtis, pero todo tiene su recompensa. 

—Pero miren nada mas quien esta aqui, Anne Morrison. 

Mi vista se fue a aquella voz, me puse de pie al ver a Loise frente a mi. Hace mucho que no la veia, esta muy linda pero se nota que no es la misma de antes. 

—Hola Loise, cuánto tiempo. 

—Creí que estabas lejos de aquí —dijo con una sonrisa burlona—. De todos los lugares, no esperaba encontrarte aquí. 

—Pues sabes que el mundo es un pañuelo —respondí. 

—Claro ¿que has hecho? 

—Trabajar duro todo este tiempo —sonreí—, me gustaria hablar contigo pero no tengo tiempo. 

La conozco y se que querrá decirme algo para hacerme sentir mal. Sonreí de lado al ver que tiene una de mis prendas puestas. 

—¿Te gusta? —tocó la bufanda— La compré en una de las tiendas mas exclusivas del país. 

—Lo se, yo misma la hice —la sonrisa se le borró. 

—Señorita, estan listos sus zapatos, puede ir a pagar. 

—Adiós Loise. 

—Señora Moretti —me detuve un momento, luego seguí caminando. 

Era mejor ignorar su comentario. Se supone que eso ya no debería afectarme en lo absoluto. Loise era así, calculadora, manipuladora y vil. Aun me arrepiento de haber sido su amiga por mucho tiempo y haberla cuidado como lo hice, ella no merecía que le fuera leal cuando ella no lo fue conmigo. 

(...) 

Al dia siguiente. 

Lucy termino de maquillarme, he estado en esto de la moda pero no he logrado aprender a maquillarme. Sonreí por que quede preciosa. Ella tiene bastante talento. 

En un par de horas nos iríamos a aquel evento, Matthew esta ansioso y quiere que todo salga perfecto. 

—Estas lista —me dijo—, que orgullosa estoy de mi trabajo. 

—Gracias Lu —susurré. 

—Te espero en el evento —le asentí—, suerte. 

—La necesitaré. 

Ella salió de la habitación, tuve que pasar todas mis cosas para la habitación de Matthew, a su padre se le ocurrió la genial idea de quedarse aquí por un par de días antes de irse de viaje. Voy a tener que soportar a ese señor por días. 

Todo sea por el. 

Tome mi bolso y salí de la habitación, al bajar Matthew estaba arreglándose el moño. Esta triste por que Curtis no estará presente en la presentación. 

—Que hermosa —me dijo al verme bajar, me besó la mejilla. 

—Tu estas muy guapo —sonreí un poco—, no estes triste ¿si? Se que es duro para ti. 

—Lo es —bajó la cabeza—, no se hasta cuando tendré que soportar esto Anne —me miró—, quiero gritarle al mundo que amo a Curtis, pero no puedo hacerlo, no ahora. 

—Oye —acaricié su mejilla—, solo soporta un poco más, cuando tengas la empresa podrás hacer lo que quieras... Y lo primero que harás es pedirle matrimonio —el asintió con una sonrisa— se aman y eso es lo que importa, solo nosotros sabemos lo que pasa, así que soporta un poco más ¿bien? 

—Lo haré —soltó un suspiro—, gracias por estar a mi lado Anne, creeme que si fuera heterosexual estaría enamorado de ti, eres un angel. 

—No hay de que, mejor vamonos, tu papá odia esperar. 

El asintió, luego salimos de la casa. Tenia que permanecer callada casi toda la noche mientras el padre de Matthew está presente. Cuando el le diga todo a su padre, seré la primera en reírme de ese señor, además de cobrarme todos los tratos. 

He soportado mucho por el bien de Matthew. 

El chofer nos llevó hacia la sala de eventos, me sorprendí al ver la cantidad de personas que estaban presentes. Matthew es un buen empresario y se que este nuevo proyecto de comida sera todo un éxito. 

Bajamos del auto e ingresamos, sostuve su brazo como siempre solemos hacerlo cuando estamos en público. Ingresamos al salón, sonreí un poco al ver toda la decoración, además de las mesas con comida, la pista de baile y todo lo demás. 

Esto es obra de Curtis, a el le encanta organizar eventos así, su sueño es ser planeador de bodas y fiestas. Todo quedo muy hermoso. 

A penas llegamos Matthew fue abordado por su padre. 

—Hijo, que bueno que llegaste, vamos a saludar... Hola Anne. 

—Señor Ford. 

—¿No te molesta quedarte sola? —me miró y yo negué.

—Para nada —le di un beso en la mejilla—, atiende a tus socios. 

—Ella es perfecta —dijo su padre—, ya la imagino como madre... 

Ambos se fueron, Matthew me miró con mucha pena debido al comentario de su padre hacia mi. Yo le sonreí para que no fuese a pensar en ello ahora. Yo miraba a los invitados, no conocía a nadie mas que Matthew y Lucy que venia llegando con Aaron. 

—Estas muy linda —le dije y ella sonrió orgullosa— Aaron. 

—Anne —sonrió. 

Ellos se miraron de forma cómplice, los conozco a ambos y se que al fin se animaron a salir. Mejor me lo reservo y me hago la sorprendida cuando me lo cuenten. 

—Aun me sorprende que seas la novia de Matthew Ford —Aaron se sorprendió un poco—, su comida para gatos es excelente, mi Zeus está bien alimentado. 

—Si, casi todos se sorprenden, Matthew es un poco reservado... Es un buen tipo, además de un empresario exitoso. 

—¿Se porta bien contigo? 

—Demasiado bien, es todo un caballero. Aunque su padre es el problema. 

—Dejame adivinar, es machista —sonrió de lado.

—Le diste justo al clavo, el cree que soy una fabrica de bebés que está por abrirse —Lucy y yo reímos— es demasiado insoportable. 

—Hace comentarios fuera de lugar —asentí de acuerdo con Lucy—, es detestable. 

Me reí un poco, pero dejé de hacerlo cuando los vi entrar a ellos. 

Angelo y Antonio. 

Mi corazón comenzó a latir con tanta fuerza que pensé que iba a salirse. Diez años desde la última vez que los vi, estaban tan crecidos, tan serios, tan masculinos. 

Tan ellos. 

Angelo usaba un traje negro que se ceñía a su cuerpo, como siempre lo ha sido, un hombre elegante en todo el sentido de la palabra. Imponente y frío, frío como su mirada oscura. 

Antonio lucía bien en solo una camisa que estaba recogida hasta sus codos, me sorprende que este tatuado cuando dijo que jamás se haría algo como eso en la piel. Se veía tan hermoso. 

Ambos tan parecidos pero tan distintos a la vez. 

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