Tras el gran triunfo que habíamos logrado con el Gringo, el jefe nos premió con una semana de vacaciones. Así que allí estábamos visitando la ciudad él y yo, parecía mentira que estuviésemos haciendo cosas juntos, nunca lo había esperado de él. Y por supuesto ni siquiera habíamos hablado de lo que había pasado el día anterior, tan sólo fingíamos que nada había ocurrido.
Paseábamos por Picadilly Circus cuando nos encontramos de frente con mi hermana, en aquel momento deseé que la tierra me tragase.