CAPÍTULO 38 – Un completo desconocido.
Había dormido de maravilla aquella noche, junto a él.
Me obligué a no pensar en lo que nos esperaba fuera, mientras le miraba enamorada. Era perfecto, realmente era lo mejor que me había pasado en la vida.
- Ana…- comenzó él tras abrir los ojos y verme junto a él, pero al contrario no de mí no parecía feliz, más bien parecía preocupado. - ¿qué hora es? – Preguntó mientras miraba el reloj de la mesilla de noche. - Mierda.
- ¿tienes algo que hacer? – Pregunté sin apartarme de su lado.
- Tenía una cita hace quince minutos – anunció mientras se levantaba de la cama y se lanzaba a por el celular – será mejor que llame para comunicarle que me retrasaré. - cogió el teléfono y lo colocó en su oreja mientras miraba hacia mí – señor Miyagi