Capítulo 98.
Una curandera joven e inexperta, se encuentra nerviosa en medio de su cueva con una pequeña pócima en su mano.
— Diosa— Decía Miel embargada por el miedo, la felicidad y la incertidumbre— ¿qué voy a hacer ahora? — finalmente había quedado embarazada.
Después de haberlo intentado durante mucho, tiempo ella y su gran amor Roy habían seguido sus sueños.
Miel por su parte, cada día se hacía una mejor curandera, pasaba día y noche estudiando las propiedades de las plantas, troncos, raíces y todo lo que pudiera ayudar.
Mientras tanto, Roy se encargaba de fortalecerse, y estudiar estrategias, él quería llegar lo más lejos posible en la manada.
La prueba que tenía en su mano era el indicio de un nuevo inicio.
— ¿Me mandaste llamar?— dijo un joven Roy con el cabello apenas llegando a sus hombros, era joven y atractivo, pero fuerte y decidido.
El cabello color plata siempre había mantenido encantada a Miel, le recordaba la luna llena en noches en las que no podía sentirse cerca de ella.
— Sí t