Capítulo 36 Mientras dure.
Felipe movía su cintura y cabeza de forma frenética, había bebido mucho más de lo que su cuerpo necesitaba, pero era necesario, había descubierto que solo de esa forma los horribles recuerdos de las torturas de Maller desaparecían a la hora de tener sexo, algo que tenía casi todas las noches, con cuanto hombre se le insinuara, cada día se prometía no recaer en eso que se estaba convirtiendo en una adicción, sin embargo, cada noche fracasaba, necesitaba el sexo, necesitaba sentirse deseado, querido, aceptado, pero cuando quedaba solo, descubría que no importaba con cuantos hombres estuviera, ninguno le hacía sentir nada a comparación de lo que sintió en los brazos de Sandoval.
Bebió lo poco que quedaba en su copa y simplemente la dejo caer, mientras sus movimientos se volvían más lentos, estaba mareado, y cansado, sintió como alguien se pegaba a él, un pecho fornido se moldeaba a su espalda hasta casi cubrirlo, unas manos grandes y cálidas tomaban su cadera, meciéndolo con sutileza d