Capítulo 21 Personas horribles.
Lucero fue consiente en ese momento del moreno de casi dos metros que estaba con ellos en esa habitación, era grande, y justo ahora estaba cubriendo casi al completo el cuerpo de Felipe, esa imagen la llevo a recordar las veces que Tiago tranquilizo a Dulce, y el miedo la corrió al completo una vez más, no estaba dispuesta a que la historia de sus mejores amigos se repitiera.
— La ciudad no es segura para nadie en este momento, si fuera solo Arkady no habría mayores complicaciones, pero Maller vino con su gente… casi todos ellos. — Felipe saco su rostro del fornido pecho del caimán, solo para ver el miedo en los ojos de Lucero.
— No, esto no tiene sentido, ¿Por qué me hace esto? Él lo dijo, solo soy una joya que lucir, algo fuera de lo que está acostumbrado a ver a su alrededor…
— Creo… que fue mi culpa. — confeso la castaña, y Carlos libero al pequeño rubio y este solo vio con confusión a Lucero.
— ¿Qué?
— Comencé a cazarlo. — respondió en un susurro y Sandoval la vio con odio una vez