​—Dalton, ¿por qué dijiste eso?

​—Déjalo, cariño, deja que sepan quién es la mujer de la que han estado hablando todo este tiempo y para que sepan que el bebé que llevas en tu vientre es claramente mi hijo —afirmó Dalton mientras rodeaba con su brazo el cuerpo de su esposa.

​De repente, Angie aplaudió con fuerza, pero su mirada se mantuvo cínica.

​—¡Qué bien, Laura! ¿Así que se atrevieron a casarse a mis espaldas? Estoy segura de que esa boda ocurrió cuando todavía eras mi marido. ¿Verdad? —Angie, que no podía aceptar la noticia que la había sorprendido, trató de seguir escarbando en los errores de su exmarido y su examiga.

​Mientras tanto, Dafe, el hombre, seguía mirando fijamente a Laura. Dafe todavía no podía creer que la mujer que amaba ahora perteneciera a su rival. Un rival al que Dafe siempre había podido vencer, pero ahora la situación se había invertido.

​—¡No puedo creerlo! ¡Que yo recuerde, no hace mucho te propuse matrimonio, Laura! Y en ese momento aún vivías conmigo. ¿Es