— Espero que sea verdad, Brian. Porque no soportaría perder la confianza que teníamos el uno en el otro. Por favor, dime la verdad.
— Te lo prometo, Krislen. No hay nadie más en mi vida. Eres la única persona a la que amo.
Los días continúan y Krislen, preocupada por la distancia entre ellos, decide confrontar a Brian. En una noche lluviosa, se sientan en el sofá de su nueva casa y hablan en voz baja. Krislen le pregunta directamente si está teniendo una aventura. Brian, sorprendido y herido, niega rotundamente las acusaciones. Explica que ha estado ocupado en el trabajo y que los mensajes anónimos son solo malentendidos.
— Brian, necesitamos hablar.
— ¿Qué pasa, Krislen?
— Me preocupa la distancia que hay entre nosotros últimamente. ¿Estás teniendo una aventura?
— ¿Qué? No, por supuesto que no. ¿De dónde sacas eso?
— He estado recibiendo mensajes anónimos insinuando que estás viendo a alguien más. ¿Es verdad?
— ¡No, por supuesto que no! Estoy trabajando mucho últimamente y pu