YUSLEVI
El sexo con Lyon era divino, satisfactoria y siempre tenía con ganas de más. Ahora mismo me encontraba encima de mi alemán, a horcajadas con sus manos aferradas a mis caderas; gemía y jadeaba con cada embestida hasta que me llegamos al orgasmo. Él salió de mi interior para luego abrazarme y cubrirnos con el edredón de su cama. Recosté mi cabeza en su pecho escuchando como su corazón iba calmándose poco a poco.
—Mañana se hará la fiesta para celebrar la fusión con las empresas Abernathy. —empezó a hablar mientras me rodeaba con sus brazos —¿Quieres acompañarme?
—¿No crees que desentone? No quiero avergonzarte —respondí y al mirarlo vi como Lyon fruncía el ceño.
—Tú no me avergüenzas. Eres mi pareja, quiero que estés ahí conmigo. Siempre asisto solo a ese tipo de eventos pero esta vez quiero presumir a mi hermosa novia, ¿quieres venir conmigo?
—¡Si, si quiero! —chillé emocionada besándolo en los labios. —Tengo que pensar en lo que me voy a poner ¡que nervios!
—Sé que te verá