Ignacio realmente no tomó en serio las palabras de Juliana.
Hacía cuatro años, había oído todo tipo de cosas desagradables.
Si no pudiera soportar los regaños, no persistiría tanto tiempo en este juego.
Además Juliana no dijo nada desagradable, estaba bremeando, no pasaba nada.
Pero era obvio que la