«¿Regalo?»
«Se refiere al secuestro?»
Si no estuviera en desventaja, Juliana sólo querría ponerle los ojos en blanco.
Pero en ese momento, tenía que controlarle las emociones.
Las manos, atadas al respaldo de la silla, le dolían un poco. Movió las muñecas, en voz ronca.
—¿Es eso lo que me estás haci