—¡Vaya, parece que no elegimos el mejor momento para venir!
Justo cuando Juliana volvía a sentir aquel delicado aroma, se escucharon risas burlonas detrás de ellas.
Juliana se tensó instantáneamente y, por instinto, empujó a Rafael lejos de ella.
Al mismo tiempo, el calor en sus mejillas y orejas se