Benedicto asintió hacia ella sin saludar verbalmente y de inmediato tomó los artículos de uso diario que ella estaba sosteniendo en sus manos.
—Vamos.
Dijo esto y se fue llevando consigo muchas cosas.
Se mostraba muy arrogante.
Camilo explicó desde atrás:
—Tu primo es así, Feliciana, no te preocupe