Camila se sintió injusta. Desde que había regresado a casa Garza, sus padres siempre habían consentido sus caprichos. ¿Cuándo la habían regañado antes?
Camila se enfureció al pensar en su situación y no tuvo reparos en responder de manera agresiva a Fabio.
—¿Quién te crees que eres para regañarme?