Este gesto dejó en claro a todos que ella conocía a Don Morales.
No era de extrañar que Don Morales la defendiera. Parecía que los dos estaban actuando en conjunto para jugarle una mala pasada a Isabela y sus amigas.
La impetuosa Isabela no pudo contenerse y preguntó de inmediato:
—¿Ustedes dos se