Debería haber sido una decisión que tomó hace mucho tiempo, pero Emiliano dudó en ese instante.
Después de un momento, asintió suavemente: —Lo que te prometí, lo cumpliré.
Camila, pasando de lágrimas a risas, se lanzó a los brazos de Emiliano.
—Entonces estoy tranquila. No volveré a cometer errores