Horas después.
Todos se quedaron un buen rato, cargando y consintiendo al bebé. Stefania y Alessia se encargaron de acomodar todas las cosas de Taddeo, mientras Lucia y Uma se encargaron de la comida y dejaron toda la cocina en orden para que a él no se le hiciera difícil.
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Meses después.
Christopher con Taddeo en brazos.
—Todo listo, amor.
Ysabelle estaba alegre.
—Amor, te vas con papi a visitar a tía Lucía.
Taddeo movía sus manitos, emocionado.
—Para solo tener cinco meses, es muy despierto —comentó su esposo.
—Malcriado lo que está —afirmó ella.
—Entonces, te espero en el restaurante —dijo él.
—Sí, hago la sesión de foto y me lanzo para allá.
En estos cinco meses la vida les había cambiado completamente; la vida de padre no era fácil. Los primeros días tuvieron ayuda de todos, pero después de los días todo se puso difícil; su bebé lloraba todo el tiempo y eso los tenía frustrados en todos los sentidos. A medida que pasaban los días, Taddeo no lloraba tanto. Llegó el día que no p