En el restaurante Rossi.
—Estoy preocupada —comentó Ysabelle.
—Amor, no debiste darle ese video —habló Christopher.
—Tengo años guardándolo. Hasta pensé que lo había botado —les confesó.
—Mi hermano es un idiota —habló Uma.
Stefano estaba mirándola.
—Nada de hacer rabietas, acuérdate del bebé.
—Sí, cuñadita —le habló Christopher.
—Espero que todo se solucione —dijo Uma, preocupada.
—Ojalá —dijo Ysabelle mirando a Christopher—. Nos vamos.
Christopher quitándole a Taddeo, su hermano.
—Claro.
—Nos vemos mañana.
—Adiós —dijo Stefano despidiéndose.
Ysabelle y Christopher se despidieron y se dirigieron a su casa; al llegar, le dieron un rico baño a Taddeo y lo acostaron a dormir. Al quedarse dormido, los padres se dedicaron a darse un tiempo para ellos dos. Ya que lo necesitaban desde hace mucho tiempo.
.
.
Unos días después.
En la empresa Delicias.
—Entonces, no quieren hacer ningún trato conmigo —dijo Lucia mirando a Dante.
—Así es, dijeron que fue una irresponsable al no ir a Londres —co