En la pizzería.
—Hubiéramos venido caminando —comentó Ysabelle al mirar lo cerca que estaban.
—Es que Stefano me la recomendó hace meses, nunca pensé que quedara tan cerca de tu casa —confesó Christopher sorprendido.
—¿Ya vieron el menú? —le preguntó el mesero.
—Sí, yo la quiero especial —respondió Ysabelle.
—Yo la quiero de jamón y queso —habló Christopher mirándolo.
—Está bien —dijo y se retiró.
—Te gustan las sencillas —le preguntó mirándolo.
—Sí.
—Ja, ja, así es, Roberta. No le gustan las demás pizzas, solo las sencillas, aunque la jardinera es buenísima —comentó Ysabelle sonriendo.
—¿Jardinera? —le preguntó extrañado.
—Sí, lleva tocineta, jamón, queso y maíz; es muy buena —le explicó con tranquilidad.
—Sonó bien —dijo él con curiosidad.
—¿Quieres probarla? —le preguntó curiosa.
—Sí.
Ysabelle se levantó de la silla.
—Déjame ir a pedirla.
—Puedo ir yo, espérame aquí —dijo levantándose.
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En la casa Lombardo Rizzo.
—Ya guardé la ropa —anunció Stefania.
—Fania está dormida. Oye,