Lorraine jadeó con la atrevida confesión de Thomas, pero su asombro se transformó en incredulidad cuando recordó sus antecedentes como mujeriego y lo ocurrido con la ruidosa joven que conoció en la cafetería. Con esto en mente, miró con seriedad a Thomas y comenzó a acercar su mano a su perfecto rostro.
Este movimiento sobresaltó al CEO de "Walker Inversiones", que su corazón empezó a latir como tambor. Aunque estaba receloso con lo que esa mujer iba a hacer, en el fondo deseaba que su declaración la hubiera conmovido. Sin embargo, su decepción fue mayor al ver que ella comenzó a tocar su frente para medir su temperatura.
—¿Seguro no tienes fiebre? —preguntó ella frunciendo el ceño.
—¿Qué? —respondió Thomas contrariado.
—Mmmm... parece que no —comentó Lorraine un tan