La propuesta dejó atónita a Lorraine, que por un momento dudó en aceptar. En tanto, Thomas notó que ella vacilaba, así que aclaró su garganta y señaló con serenidad.
—Lo siento, creo que lo mejor será dormir separados esta noche —después de eso empezó a levantarse para marcharse.
En ese momento, ella reaccionó y lo retuvo.
—¡Thomas!
Tal llamado ilusionó un poco al lujurioso hombre, que volteó a verla con anhelo, para después preguntar fingiendo serenidad.
—¿Qué pasa, Lory?
Aunque en el fondo deseaba continuar con lo que estaban