Diego también controló sus emociones y dijo: —¿Mi hermana no es la culpable?
Si era así, ¿se aliviaría un poco la relación entre él y Clara?
—No dije eso, hace unos días pregunté a mi padre de manera tentativa. Rosalía, esa mujer, no es tan simple como la víctima que todos imaginamos.
Clara explicó detalladamente lo que había descubierto, y Diego frunció el ceño, recordando los momentos extraños de esa noche.
Originalmente, Diego había planeado encontrarse con Bruno y otros amigos, pero Bruno tuvo un asunto urgente y no pudo asistir. En la reunión había varios hijos de familias adineradas.
Diego no se sentía a gusto en ese ambiente y encontró una excusa para marcharse. Cuando se retiró, notó que su cuerpo ardía y llenaba de deseos, dándose cuenta de que lo habían drogado.
Después, envió a Fernando a investigar, pero había muchas personas esa noche, no lograron obtener pistas y el asunto quedó sin resolver.
Diego no imaginaba que esto estaría relacionado con Rosalía.
—Sí, Rosalía origin