Observo a mi guapísimo prometido caminar de un lado del salón al otro en albornoz mientras conversa con no sé quién y no sé muy bien si deba preocuparme demasiado por esto o no. Me siento en el sofá cuando escucho mi móvil que no para de recibir mensajes de whatsapp. Con desgano, me levanto y lo busco en mi bolso el cual quedo sobre la mesa de la sala anoche. Al mirar la pantalla, todos los mensajes son provenientes del grupo que tengo con Sabrina, Nadia y Sara.
**¡Amiga, te hemos visto en la foto con Leonel!** Escribe Nadia.
**Deberían decirle al mundo lo de ustedes.** Sugiere Sabrina.
**¿Qué sucederá ahora?** Pregunta Sara.
Vale... quizás no deba preocuparme tanto. Es evidente que ellas me han reconocido porque saben lo que Leonel y yo nos traemos. Lo único que aun no saben es que me ha propue