Las competencias por Estados Unidos terminaron, solo me quedaban esos últimos compromisos en España en el mes de diciembre y ese tiempo de descanso nos hizo muy bien. El cuarto de Samay ya estaba decorado con sus muebles en color gris y detalles en rosa; no hubo cosa que no comprásemos para ella, nos encantaba ir de compras para nuestra bebé. Siempre recuerdo el enfado de nuestras familias, ya que no sabían que regalarle a nuestra hija. "Si es que ustedes ya le han comprado todo" se quejaba mi hermana y solo podíamos reírnos de su cara de frustración.
Pasaron las semanas y tuve que viajar a Madrid para aquel último compromiso del en aquella ciudad. Te rogué que te quedaras en Barcelona con la excusa de que no quería que viajases