La puerta del frente se abrió un instante después, y una vecina asomó la cabeza con sus lentes cuadrados mal ajustados antes de salir por completo, empujada por la curiosidad.
— Buenas noches, Owen ¿No gustas pasar a cenar conmigo? — preguntó la vecina con una sonrisa insinuante mientras se acomodaba la bata para dejar ver un poco más de piel.
— No, gracias. — respondió él sin siquiera girar la cabeza para verla.
— ¿Y quién es ella? — preguntó la mujer al notar la presencia de Edneris, a quien escaneó con evidente incomodidad.
— Una mujer... — respondió Owen con tono cortante, ab