El hombre de mediana edad junto a Mariano preguntó:
—Don Mariano, ¿deberíamos investigar más a fondo?
Mariano, con una expresión grave, respondió:
—No es necesario, esa es una fórmula de los Salazar, y además de su hija y nieta, nadie más podría tenerla.
El hombre comentó:
—El hecho de que este veneno aparezca de repente cerca de la señorita Clara, ¿podría ser sospechoso?
Mariano contraatacó con una pregunta:
—¿Ha habido algo inusual recientemente alrededor de Clara?
El hombre pensó un momento y dijo:
—No parece haber nada. La señorita Clara, aparte de ir al gimnasio de boxeo y enfrentarse a la familia Wen, ayer fue a los Navarro con un saquito aromático. Pero como había un encuentro inesperado en el gimnasio, se fue sin ver a doña Celestia.
Mariano no respondió, y el hombre continuó:
—Después de la muerte de ese Johan ayer, investigamos su fondo y parece ser una persona común. Probablemente no esté relacionado con esa madre e hija, pero no podemos descartar que ya hayan