La enfermera no trabaja en la noche, ella estos días me ayuda a bañar en las tardes y me dejaba con pijama. Dormir con el tutor era un calvario, pero ni modo, como leí en el libro de Cata y Dylan, estaba viva, eso era lo importante. Debía cambiarme para la despedida de soltera, por descuido no le dije que me pusiera la ropa que voy a utilizar. Intenté cambiarme yo sola y el cuerpo aún me duele. —tocaron a la puerta.
—¿Puedo pasar? —Mi corazón latió a mil al escuchar su voz.
—Adelante. —Ricky ingresó, arreglado, para ir a la despedida de Dylan en la finca del abuelo—. Vine a despedirme de Arturo. —Mi hijo dormía en la cama—. ¿No vas a arreglarte?
—Sí, pero…
—¿Necesitas ayuda? —me puse roja—. Betty…
—Ya estoy bañada, es solo ponerme el vestido —sonrió.
—¿Cuál vestido quieres ponerte?
—No lo sé.
—¿Quieres que escoja? —Seguía siendo igual a lo que leía de él, era todo un caballero—. Betty, ¿sigues teniendo miedo de mí?
—No es miedo, ahora… —si no lo digo me sentiré peor.
—Me estás preocup