Elizabeth
Los aplausos no tardan en llegar después del inquietante silencio que abarcó todo el espacio.
Cada presente les felicita, en tanto otros se encuentran procesando la noticia, en este caso sería el hermano de Maxin que busca una explicación contundente en su mirada y no logra hallar respuesta alguna.
La intriga me carcome, quiero acercarme y asfixiarlo. El disgusto de Maya lo puedo descifrar a millas de distancia, creo que cualquier otra persona puede distinguirlo y no solo yo.
Todos han terminado con sus cumplidos, Tanger lo hace, no de la mejor manera solo lo felicita a lo desagradable finalizando con una palmada en su hombro murmurando a lo bajo.
Si tengo que darle fin a esto lo haré de la mejor forma, así que me apresuro a la cocina encontrándome con Rebecca. De inmediato se gira.
Con la garganta irritada y el alma en un hilo le expreso mis cálidas palabras—Felicidades...
Tenia que tener el valor y la capacidad para completarlo. No hay rencor u odio de mi parte hacia ella