Han pasado tres días desde el incidente. Durante estos tres días, ella se quedó en casa. Su esposo no le había permitido volver a su clínica; quería que descansara y se asegurara de estar completamente bien. Monique, de hecho, se sentía mejor. Ocasionalmente recordaba lo sucedido, pero ya no le recorría un escalofrío por la espalda. Parecía que su esposo deseaba que olvidara por completo lo ocurrido, pero ella sabía que no podía. El recuerdo permanecería con ella de por vida, y lo único que podía hacer era seguir adelante.
Durante estos tres días, su esposo permaneció en casa con ella, aunque ella le aseguraba que podía manejarse sola. Sin embargo, él no le hizo caso y no fue a trabajar. Si había algo que necesitaba atender en la oficina, su secretaria lo llamaba, y viceversa.
Monique no había tenido noticias sobre el taxista que la había asaltado. Su esposo no mencionaba el tema, probablemente para evitar recordarle el traumático incidente. Sin embargo, anoche lo escuchó hablar por t