La forma en que me mira, camina y la presencia tan fuerte que emana, hacen Dominic alguien a quien le regalaría mi alma, cuerpo y vida. Todo se remonta a cuando yo era pequeña, él sintió mi presencia y decidió acercarse a mí. En el momento que nuestras miradas se cruzaron, uno de los próximos y más fuertes Alphas de América, por primera vez en su vida sentía la fragilidad; un temor tan grande de que algo me pudiera pasar y al ser yo apenas una niña, desconocía todo lo que estaba pasando por su mente. Pasaron los años, yo estaba por convertirme en una adolescente que contaba con un mayor conocimiento en criaturas que vivían a la par de nosotros. Después de mis 15 años, no volví a pensar sobre esos bellos ojos azules como el mar, imaginando que era una pura fantasía mía. Ahora que estoy por cumplir mis 18 años, llegó alguien nuevo a la ciudad, el cual, no piensa irse tan fácilmente y mucho menos con la manos vacías. - Siempre fuiste, eres y serás Amada por el lobo.
Leer másDesde que tengo uso de razón, mi vida ha tenido pequeños periodos de tiempo en los que algo o alguien me había acompañado tanto en momentos felices como difíciles.
Ahora me encuentro sentado en mi alfombra con las piernas cruzadas,abriendo una caja donde guardaba todos los recuerdos importantes que tuve de cada año de mi vida.El primer objeto que saqué de la caja fue un muñeco de trapo, el cual me acompañó durante los primeros 6 años de mi vida; Esta muñeca fue mi mejor compañera para todo, desde estar en mi habitación hasta llevarla al colegio.Dejé el muñeco a un lado y lo que saqué a continuación fueron unos zapatitos con un lazo blanco visible. Los miré por unos momentos, y luego sonreí, ese año fue el primero en el que recuerdo haberlo conocido.7 añosMe levanté emocionada de mi cama una vez con mi vestido puesto, y luego cambié mis zapatos con lazo azul por unos con lazo blanco, y luego de eso, bajé las escaleras hasta la sala donde estaba mi madre.- ¡Mami mami! - Mi madre volteó a mirarme con una gran sonrisa en su rostro al ver mi emoción por irme - ¿Nos vamos ahora?- Sí, cariño - Tomó mi mano, y luego caminó más hacia el parque.cerca de la casa.A unos metros de llegar al parque, solté la mano de mi madre para empezar a correr hacia los columpios.- ¡ten cuidado! - Escuché gritar a mi madre desde lejos a lo que me reí.- ¡Si mamá! - Le grité para que pudiera escucharme.Cuando llegué a los columpios, comencé a balancearme, sintiendo el impacto delaire en mi cara. Estaba tan sumido en mis pensamientos, hasta que una mariposa se detuvo frente a mí. Dejé de balancearme para seguir a la pequeña mariposa.Me volví para mirar por un segundo a mi mamá, que estaba hablando con otros.gente, así que decidí seguir el camino por donde me llevó la mariposa.Estuve a punto de atraparlo entre mis manos, pero no había notado el gran agujero que se encontraba a unos centímetros de distancia.- Oh, no.En el momento en que los noté, no había manera de que pudiera detenerme sin caer en dicho lugar. Cerré los ojos esperando el impacto de mi cuerpo en el agujero, pero en cambio, sentí unos brazos rodeando mi cuerpo y tirando de mí hacia ellos.
No me había dado cuenta de que tenía los ojos cerrados, hasta que comencé a abrirlos.poco a poco y encontré unos ojos marrones al mismo nivel que los míos mirándome fijamente.- Muchas gracias – dije avergonzado junto con una pequeña sonrisa, a la que él me devolvió la sonrisa.- Deberías tener más cuidado Melissa – Moví mi cabeza ligeramente hacia un lado.- ¿Sabes mi nombre? - Me sentí aún más avergonzado, por lo que mis mejillas comenzaron a tomar un ligero color rojizo. El chico se rió.- Por supuesto que sé tu nombre Melissa – Lentamente me bajó de sus brazos.- ¿Como sabes mi nombre? - mencioné una vez que mis pies tocaron el suelo.- Aquí, aquí está la mariposa - Miré su mano derecha donde estaba la pequeñaEl insecto se había detenido. Lo miré asombrado durante unos segundos y luego volvió a alzar el vuelo.- Que bonito – susurré viendo volar la mariposa.- Son criaturas magníficas Melissa – Me sonrió, y luego suspiró –Tienes que tener más cuidado pequeño – Asentí, por lo que sus rasgos se relajaron – Es hora de que me vaya.- Está bien - comencé a mirar mis zapatos, que se habían llenado de barro.Adiós luna – Se despidió de mí con una pequeña sonrisa en su rostro.Después de que se fue, decidí dar la vuelta e ir a dondemi madre estaba con sus amigas.- ¡Mami! - Le grité para llamar su atención, a lo que ella respondió con una gran sonrisa a cambio - Hice una nueva amiga.¿Oh sí? - Asentí - Bueno, ¿quién es tu nuevo amigo, amor?- Es muy alto y tiene ojos marrones - Me sonrió.- ¿Y cuál es su nombre? - Dejé de sonreír, no sabía su nombre.- No sé su nombre, mamá - Empezamos a caminar de regreso a mi casa - Pero es muy alto.
- Mi madre se rió.- Está bien Meli, no importa, vámonos a casa – Le sonreí asintiendo.Miré rápidamente al parque, esperando que estuviera donde habíamos hablado antes.PresenteSonreí recordando el viaje al parque. Dejé mis zapatos a un lado y encontré un cono de helado de papel gastado.10 añosMe miré al espejo, luego agarré mi chaqueta de lunares rosa y blanco y una vez que estuve lista, bajé a la cocina y encontré a mi madre cocinando.- Mamá - La llamé - ¿Puedo salir a comprar un helado? - Le sonreí.- Claro mi amor, pero estás teniendo mucho cuidado, ¿crees? - Asentí - ¿Quieres dinero? - Mis ojos brillaron ante su pregunta.- ¡Sí, por favor mami! - Me sonrió y sacó su billetera de su bolso, para poder darme un poco de dinero para mi helado.- No tardes más de media hora, ¿vale? - Le rodé los ojc - No me pongas los ojos en blanco Melissa, si no llegas antes no te dejaré salir sola.- ¿Sabes qué, mamá, nos vemos! - Le sonreí por última vez, para luego dirigirme a la puerta principal de mi casa y salir a la heladería.Sintiendo el impacto de una gota de agua en mi nariz, agarré el gorro de mi chaqueta y me lo puse encima de la cabeza.Ya viendo la heladería de lejos, decidí acelerar el paso y dirigirme allí lo más rápido posible. Una vez que estuve frente al imponente establecimiento, intenté de todo para acercarme al mango, pero mis manos no alcanzaban... Soy demasiado pequeño.Cuando estaba a punto de rendirme, la puerta se abrió de par en par. Miré hacia arriba para encontrarmela persona que abrió la puerta y encontró a un joven alto.- Pasa - Me sonrió, a lo que yo le devolví la sonrisa.- Muchas gracias y lo siento, soy un poco pequeño - Al entrar al establecimiento, el aire acondicionado me golpeó en la cara.- No tienes que disculparte - Se rió - Es normal - Me ardían las mejillas, por eso tenían el mismo color que mi chaqueta.
- Gracias - Comencé a caminar hacia la barra - Pero bueno, discúlpeme - Le sonreí, pero antes de que pudiera continuar mi camino, me agarró la mano sin ser nada brusco.- Te lo compro – Me sonrió y abrí la boca sorprendida.- ¿Ah, de verdad? No hace falta, ya me ayudaste mucho - Negó aún con la sonrisa en el rostro, restándole importancia mientras nos dirigíamos a la caja.- Buenos días señor - El chico que estaba trabajando en la caja registradora giró para mirarme - Señorita- Me guiñó un ojo y sonreí un poco nerviosa - ¿Qué vas a querer?Anthony, el llamado "box boy", ha sido nuestro vecino desde antes de que yo naciera. Él es 5 años mayor que yo, por lo que se catalogó como mi “hermano mayor”, algo que, por una razón u otra, no me deja del todo contento con ese término.Volteé para ver al chico que me iba a comprar mi helado y vi sus manos apretadas en un puño, así que decidí ignorarlo y pedir mi helado.- Hola Anthony – Le sonreí – Quiero uno de vainilla – Él asintió y luego miró al chico.- ¿Tú?- Nada, solo estaba acompañando a esta pequeña - Le dijo frío y Anthony solo asintió y luego fue a rellenar mi helado.Saqué el dinero que me había dado mi madre, pero el niño me detuvo.- Oye, le dije que lo pagué - Me sonrió y asentí.Vi a Anthony acercarse a mí con mi helado.- Toma, Meli - Dijo entregándomelo - ¿Cómo te gusta? Lo agarré y le sonreí.- Gracias - Le sonreí y luego volteé a mirar al chico - Gracias a ti también - Le hice una señal para que se acercara a mí y lo hizo - Realmente no era necesario - Le di un pequeño beso en la mejilla - Adiós.Me fui, no sin antes darle una última mirada al chico que se quedó allí pagando mi helado.PresenteMe reí de eso, ese día Anthony llegó del trabajo y me dijo que ese chico pagó el helado y se fue del establecimiento no sin antes verlo con una mirada furiosa.Al abrirlo encontré un pétalo de rosa marchito y con mi cursiva
De su puño y letra había una frase: "La separación de cualquier ámbito nos ofrece una nueva oportunidad en la vida".15 añosMe zarandeé al salir del restaurante. Una vez más Anthony me dejó plantado y después de cuarenta minutos esperándolo me envió un mensaje que decía“En este momento me encuentro en algunos asuntos difíciles, una disculpa de todo corazón Melish, espero que me perdones, mañana te paso a buscar y vamos a comer algo… te invito, te adoro. "Releí el mensaje nuevamente y grité de frustración, mientras lágrimas de enojo rodaban por mis mejillas. Ya sabía lo que significaba ese mensaje, lo tengo muy claro desde hace bastante tiempo.Todavía me gusta Anthony desde que tengo uso de razón. Hace dos años metí la pata y pensando que podría gustarle le conté mis sentimientos, a lo que respondió:"Bebé, tú tienes 13 años y yo 17, no podría salir con una chica aunque quisiera con todo mi corazón, simplemente no creo que funcione".Después de estar deprimida durante varias semanas en casa, me di cuenta de que noPensé (ni quería) perder la poca amistad que teníamos en ese momento, así que un día, con el corazón roto, decidí dejar mis sentimientos a un lado y comencé a convertirme poco a poco en su mejor amiga.Claramente nunca me gustó tener que fingir u ocultar mis sentimientos. En caminoDe regreso a mi casa, doblé una esquina y me detuve en seco.- M****a, me perdí.Empecé a caminar con los nervios a flor de piel. En esos momentos agarré el bolso pequeñoLo llevaba y lo acerqué a mi pecho para que de una forma u otra me sintiera segura.- ¿Pérdida? - Temblé cuando escuché una voz detrás de mí - Oye, cálmate - Su tono de voz cambió a uno más cauteloso.Volteé a mirarlo asustado, pero cuando noté los rasgos de su rostro mi cuerpo se calmó por completo. Me pareció tan familiar- Sí, nos conocemos - Se encogió de hombros - Desde hace bastante tiempo.
- ¿Lo siento? - Respondí nerviosamente, retrocediendo unos pasos - Será mejor que me vaya.- No iba a detenerte, pero - Señaló una calle que conocía muy bien - Tu casa está al otro lado.- Oh - Al darme cuenta que por los nervios estaba perdido, le sonreí - Muchas gracias.- Si quieres voy contigo, ya casi no hay luz del día - Negué, avergonzada y todavía un poco nerviosa - No quiero que te pase nada - Me dijo con la seriedad invadiendo su rostro.- Te prometo que no intentaré nada.- Está bien – Suspiré un poco más tranquila.Comenzamos a caminar y lo miré por el rabillo del ojo. Era alto y algo robusto; Su cabello era de un hermoso color castaño y sus ojos eran de un hermoso color miel.- ¿Te parecí interesante? - Sonrió de oreja a oreja, un poco travieso.- Un poco - Respondí sin pensar, y luego abrí mucho los ojos - Lo siento, no quería...- No te preocupes - Se rió restándole importancia a mi comentario, a lo que yo sonreí - ¿Qué hacías antes de perderte?- Digamos que acepté salir con un amigo pero al final no pudo - Hice una mueca mirando hacia abajo - Canceló en el último momento - Suspiré - Pero no importa, no vale la pena hablar de eso, yo Todavía tengo que conocer gente mejor - me encogí de hombros.¿Y crees que puede venir alguien mejor? - Me preguntó con la mirada fija en él.- Bueno, cuando era pequeña conocí a alguien que me salvó de caer en un hoyo - Me reí - Fue muy lindo - Sonrío - Aunque mi madre piensa que fue mi amigo imaginario - Le sonreí con tristeza.Espero que ese chico especial que viste hace años sea el amor de tu vida – fruncí el ceño.Nunca mencioné ningún tema de amor - Hemos llegado.- Oh – Me detuve frente a mi casa y lo miré – Muchas gracias por acompañarme.Él me sonrió y comenzó a acercarse lentamente a mi mejilla, dejando un pequeño beso en ese lugar al que cerré los ojos disfrutando de la conexión.Abrí mucho los ojos después de escucharlo decir eso. No era un amigo imaginario.
- ¡Hey, espera! - Le grité, pero ya estaba lejos de donde yo estaba.Me di por vencido y entré a mi casa con todos los sentimientos explotando en mimente.Saludé a mi madre y subí las escaleras hacia mi habitación. Tomé una hoja de papel junto con un lápiz y decidí escribir una frase que me vino a la mente: 'Una separación de cualquier área es una nueva oportunidad en la vida'. Cogí un pétalo de rosa del ramo que había en mi habitación y lo guardé allí.¿Cuándo te veré?Melisa se sentó en una silla cómoda, con Luna dormida en sus brazos. La habitación estaba en silencio, excepto por el suave sonido de la respiración de la pequeña. Melisa miró a Luna con una sonrisa, admirando su pequeñez y delicadeza. Melisa: "Eres tan pequeña y perfecta, Luna. Te quiero mucho ya". Luna movió ligeramente sus manitas, como si estuviera soñando con algo. Melisa: "¿Qué sueñas, pequeña? ¿Estás volando con los ángeles o jugando con los lobos?" Melisa acarició suavemente el cabello de Luna, sintiendo una gran conexión con la pequeña. Melisa: "Eres una bendición, Luna. Una luz en nuestras vidas". En ese momento, Anthony entró en la habitación, sonriendo. Anthony: "¿Cómo está nuestra pequeña?" Melisa: "Dormida. Pero es tan hermosa, Anthony. Mira sus pequeñas manos y pies". Anthony se acercó y miró a Luna, sonriendo. Anthony: "Es un milagro. Un regalo del cielo". Melisa y Anthony se miraron, compartiendo un momento de amor y conexión. Melisa se levantó con cuidad
La ciudad entera se une para felicitar a los héroes que salvaron al presidente y derrotaron a Kaida y sus lobos. El presidente, emocionado, abraza a Sofía y agradece a todos los héroes por su valentía. Presidente: "Gracias, gracias a todos. Habéis salvado nuestra ciudad y restaurado la paz. Seréis recordados como héroes para siempre". La multitud aplaude y vitorea a los héroes, que sonríen y se abrazan entre sí, orgullosos de su logro. Anthony: "No hemos hecho nada que cualquier otro no haría. Solo hemos protegido lo que es nuestro". Dominic: "Sí, pero lo hemos hecho con valentía y honor. Eso es lo que importa". Malakai y Rebeca se besan, felices de haber superado la prueba y haberse encontrado el uno al otro. Sofía sonríe, sabiendo que su padre está a salvo y que la ciudad está en paz. Melisa abraza a Rebeca, feliz de que su amiga esté a salvo. Y Arcturus, el cazador de lobos, asiente con la cabeza en señal de respeto hacia los héroes. La ciudad celebra durante días, y los
Melisa se dirige a la casa de Anthony, con el fin de convencerlo de que perdone a Dominic. Cuando llega, Anthony la recibe con una mezcla de emociones. Melisa: "Anthony, querido, sé que Dominic te lastimó mucho. Pero quiero pedirte que lo perdones. Ha cambiado y está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar la confianza de todos". Anthony se cruza de brazos y la mira con escepticismo. Anthony: "¿Por qué debería perdonarlo? Me secuestró y me hizo pasar por un infierno". Melisa toma la mano de Anthony y lo mira con cariño. Melisa: "Anthony, Dominic ha aprendido de sus errores y está dispuesto a hacer las paces. Y además, ha demostrado que es capaz de cambiar al dejar que yo sea feliz con ti. No te pido que olvides lo que pasó, solo te pido que le des una oportunidad para demostrar que puede ser un buen amigo". Anthony mira a Melisa y ve la sinceridad en sus ojos. Anthony: "Está bien, Melisa. Perdonaré a Dominic. Pero si vuelve a lastimarme, no tendré piedad". Melisa
Dominic se dirige a la casa de su prima Rebeca, necesitando desahogarse con alguien en quien confía. Cuando llega, Rebeca lo recibe con una sonrisa cálida y lo abraza. Rebeca: "¿Qué pasa, primo? Te veo mal. ¿Qué ha pasado?" Dominic: "Rebeca, no sé qué hacer. Me siento como si hubiera arruinado todo. Secuestré a Anthony, el novio de Melisa, y ahora ella no me habla. Y para empeorar las cosas, mi madre me ha estado regañando por mi comportamiento". Rebeca: "Dominic, primo, eres un desastre. Pero te quiero igual. Cuéntame todo, ¿qué pasó exactamente?" Dominic se sienta con Rebeca y le cuenta todo, desde su celos hasta el secuestro de Anthony. Rebeca lo escucha atentamente, asintiendo y haciendo preguntas. Rebeca: "Dominic, debes pedir disculpas de corazón y trabajar para recuperar la confianza de Melisa. Y también debes hablar con tu madre y pedirle disculpas por preocuparla". Dominic: "Tienes razón, Rebeca. Gracias por escucharme. Me siento un poco mejor ahora". Rebeca: "Eso es l
Kaida y Ryker, ahora como marido y mujer, se sientan en el trono del Palacio, decididos a proteger a su pueblo y su reino. Saben que hay humanos que odian y temen a los hombres lobo, y que algunos de ellos están planeando atacarlos. "Debemos actuar rápidamente para proteger a nuestro pueblo", dice Kaida, con determinación en su voz. "Estoy de acuerdo", responde Ryker. "Pero debemos ser estratégicos. ". Kaida asiente. "Tienes razón. Necesitamos identificar a los líderes de los grupos que nos amenazan y detenerlos antes de que puedan hacer daño". Ryker se levanta del trono. "Voy a reunir a nuestros mejores guerreros y a los líderes de los Lobos Negros. Juntos, podemos derrotar a nuestros enemigos y proteger nuestro reino". Kaida se levanta también. "Y yo voy a hablar con los otros reinos de hombres lobo. Necesitamos unirnos para protegernos mutuamente". Juntos, Kaida y Ryker comienzan a planear su estrategia para derrotar a sus enemigos y proteger su reino. Kaida y Ryker descubr
Kaida se encuentra en su palacio, sentada en un sofá junto a su novio Ryker. Ryker la mira con preocupación, notando que Kaida está distraída y triste. "¿Qué pasa, Kaida?", le pregunta Ryker, tomándole la mano. "¿Por qué estás tan triste?" Kaida suspira, sin saber cómo explicarle sus sentimientos a Ryker. "Es solo que... me siento confundida", dice finalmente. "Hay alguien más que me interesa, alguien que no me corresponde". Ryker frunce el ceño, sintiendo una punzada de celos. "¿Quién es?", le pregunta, tratando de mantener la calma. Kaida duda antes de responder. "Dominic", dice finalmente. "Me di cuenta de que lo amo, pero él no me corresponde". Ryker se sorprende, sin saber qué decir. "Kaida, yo pensé que me amabas", dice finalmente. "¿Por qué te interesa Dominic?" Kaida se siente culpable, sabiendo que está lastimando a Ryker. "Lo siento, Ryker", dice. "No quiero lastimarte, pero no puedo evitar mis sentimientos". Ryker sonríe, intentando cambiar el tema y distraer a Kaida
Último capítulo