Capítulo 30.
Narrador omnisciente.
Aurora por fin había logrado llegar a la manada de su alpha, pero lo que encontró la dejó devastada. Todo estaba hecho cenizas y pocos lobos se veían intentando levantar los escombros. Se introdujo a paso lento respirando con dificultad, podía oler el aroma de la sangre aún fresca en el lugar. Sus ojos se llenaron de lágrimas y no sabía hablar en ese momento.
- Mi luna. - un joven se le acercó al verla a lo lejos. - Sigue con vida.
- ¿Qué pasó aquí? - ignoró lo que le dijo y le preguntó. - ¿Dónde está Killian?
Su voz dolía escucharla, se veía débil y sin palabras.
- Él fue en su búsqueda, mi señora. Cuando todo terminó aquí, se enteró de que el alpha vecino la tenía cautiva.
- ¿Cómo lo supo?
- Vino alguien de esa manada a decírselo. Él, inmediatamente fue hacia usted.
No, ella necesitaba llegar con urgencia hacia Killian, no podía permitir que se enfrentarán por algo que si se ponía a pensar, no tenía sentido. Ella estaba bien y Kenay solo necesitaba entrar en