Mundo ficciónIniciar sesiónEn cuanto aparcamos delante de la mansión, sentí el corazón acelerarse un poco más. Era como si cada segundo que me separaba del momento en que Lucas conhecería a mi madre y a Caleb carregara un peso que yo ni sabía explicar.
Antes de que siquiera apagase el coche, la puerta principal se abrió.
Y allí estaba ella.
Mi madre.
Helena Montenegro prácticamente venía corriendo, con la mirada ansiosa recorriendo el coche de un lado a otro, como si buscara una parte de mí que llevaba toda la vida esperando reencontrar.
Abrí la puerta y bajé, tentando controlar el nudo que já me subía por la garganta. Rodeé el coche y abrí la pue







