47. Reencuentro en el bosque de los McTavish
Malcolm galopaba con firmeza, sosteniendo a la pequeña Lyra delante de él sobre la montura. El viento fresco agitaba sus cabellos mientras ya estaban avanzando por el sendero. Detrás de Malcolm en su montura, iba Zacary y por último Josephine, quien cubría a Zacary para protegerlo durante el viaje a caballo. Para ese momento, se dirigían hacia el lugar donde Malcolm cuidaba de sus caballos, un sitio que para él era más que eso pero que por supuesto, no se lo dijo a la druida y los cachorros.
Cabalgaron durante casi una hora, adentrándose cada vez más en la espesura del Gran Bosque. En el camino, los árboles se alzaban imponentes a ambos lados del camino, formando un techo natural que filtraba la luz del sol en pequeños destellos dorados. Josephine sintió un nudo formarse en su garganta cuando pasaron cerca del castillo que Malcolm había construido. Era una estructura imponente que, si bien no rivalizaba con el majestuoso Castillo Wolfcrest, resultaba asombroso considerando el poco tiem