27. La caída desde las nubes
HACE ONCE AÑOS ATRÁS: DISTRITO CORONA DE NIEBLA
Ya no importaba lamentarse. Necesitaba encontrar un lugar donde refugiarse, y eso fue lo que se propuso hacer, porque, aunque estaba destrozada por dentro y por fuera, Josephine no tenía intención de rendirse ante la muerte. El instinto de supervivencia latía con más fuerza que el dolor.
Cuando entró al Distrito Corona de Niebla, las miradas de los transeúntes se clavaron en ella como flechas. No era de extrañar: debía presentar una imagen lamentable, con el cuero cabelludo expuesto y maltratado, el rostro deformado por los golpes, caminando encorvada y usando un saco raído como única protección contra su desnudez. La vergüenza ardía en sus mejillas con cada mirada, con cada susurro a su paso.
Y eso era precisamente lo que Lady McTavish había deseado. La cabeza rapada en una mujer era un símbolo universal de humillación pública, una marca que la identificaba como una prostituta sorprendida en el acto, una "golfa asquerosa" a los ojos de t