Zacary, sintiéndose observado, intentó mantener una expresión de indiferencia, pero sus ojos grises se encontraron con los de ella involuntariamente. Algo pasó en ese momento de contacto visual, algo que hizo que su respiración se volviera ligeramente más rápida.

«¿Qué me está sucediendo? Creo que el calor del dirigible me afectó», dijo Zacary tocándose el pecho, como si se estuviera muriendo.

Pero luego, conforme ella caminaba en dirección a la salida, Zacary comenzó a olfatearla de forma discreta, tratando de descifrar los aromas que emanaban de ella. Olía a jabón limpio, a aceite de máquinas (probablemente del taller de su padre), y algo más... algo que era únicamente suyo. Era completamente diferente de cualquier aroma que hubiera experimentado antes, y encontró que le gustaba más de lo que quería admitir.

Por otra parte, en el momento en que Cassy llegó a la puerta, se detuvo una vez más en el umbral.

—Y en serio —añadió volteándose para verlos a todos—, cuando bajen al taller, as