217. Batalla en la posada
Zacary guio al grupo alrededor de la posada, identificando puntos de entrada que les darían ventaja táctica. La posada tenía una puerta trasera que podían tener acceso sin ser vistos desde donde estaban los forajidos, y había ventanas laterales que proporcionarían rutas adicionales.
—Joshua, entra por la puerta trasera en exactamente dos minutos —murmuró Zacary, consultando un pequeño reloj de bolsillo que llevaba—. Lyra, tú entras por la ventana lateral derecha. Yo tomaré la ventana izquierda. Atacamos al mismo tiempo para maximizar la confusión.
—Entendido —susurró el joven piloto con el ceño fruncido.
—¿Y si están armados? —preguntó Lyra al instante.
—Entonces los desarmamos rápido —respondió Zacary con la confianza fría que había desarrollado durante años en el Distrito de las Sombras—. Recuerda todo lo que papá nos enseñó sobre combate: velocidad, precisión, y nunca dudes de ti misma.
—Tienes razón —dijo Lyra con el ceño fruncido, aunque ella nunca peleó como tal en el Distrito de