—Ejem, señor Kaiser —la voz serena de mi Nana rompe el silencio—. Permítame presentarle a mi hija Lilith. El pequeño que acaba de hacer este espectáculo es mi nieto Kevin.
—Un gusto, señor —dice Lilith, esforzándose por sonar tranquila—. Aisling nos ha hablado mucho de usted. No sabía que era tan g