Un escalofrío recorre mi espalda. Retrocedo, incapaz de apartar la vista de esa figura que parece surgir de una pesadilla.
—¿Quién eres? —logro articular, con la voz temblorosa.
No responde. Sus ojos, ocultos en la sombra de la capucha, permanecen fijos en mí. Su silencio y su apariencia me recuer